Técnicos instrumentadores quirúrgicos

Seguro de mala praxis para técnicos instrumentadores quirúrgicos

Los técnicos quirúrgicos deben cubrirse las espaldas y tener bajo la manga una póliza de seguro contra la mala praxis

Los técnicos con especialidad en instrumentación quirúrgica son los responsables de ofrecer tanto a los pacientes que van a ser intervenidos en un quirófano como a enfermeras y al equipo de médicos que intervendrán en una operación los instrumentales, ambiente y comunicación adecuada que se requiere para realizar la intervención quirúrgica.

Aunque a primera vista la labor de un técnico en instrumental quirúrgico puede parecer mínima en comparación al resto del equipo de profesionales en salud que trabajaran para realizar una operación, si se observa con mayor detalle su presencia es sumamente crucial para que cualquier procedimiento sea llevado con éxito.

Primeramente, solo por el hecho de ser el responsable de mantener la bioseguridad del quirófano y realizar los procesos de esterilización de los instrumentos con que se efectuara la operación se puede comprender la inmensa responsabilidad que su buena praxis tiene en una intervención quirúrgica.

No obstante, esta no es la única responsabilidad con la que el instrumentista quirúrgico influye enormemente dentro de una operación: También es su trabajo servir de medio de comunicación entre todos los demás miembros del equipo de médicos y de estos con el paciente.

Ambos compromisos tienen tanto peso que en muchos casos las demandas de mala praxis recaen sobre sus hombros: si un paciente no estaba respondiendo bien a la anestesia y no se notificó al cirujano, o si existía una contaminación en el quirófano, ambas son su responsabilidad.

Es por esto que los técnicos quirúrgicos deben cubrirse las espaldas y tener bajo la manga una póliza de seguro contra la mala praxis, con la que se puede cotizar y contratar no únicamente buena asesoría legal para todo el proceso legal.

Además, a contratar un seguro contra la mala praxis se dispone de un fondo destinado para realizar las indemnizaciones si se necesitase, por lo que el técnico instrumentista está protegido hasta en el peor de los casos.