Hematología

Si el corazón es el motor del cuerpo la sangre es su gasolina, este vital liquido es el responsable de transportar por todo el organismo nutrientes y desechos a los tejidos correspondientes para el correcto funcionamiento de la fisonomía humana.

Consecuentemente se entiende que, si la sangre está presentando problemas, se irán deteriorando los órganos y tejidos de manera proporcional al mal estado de la misma, y por tal motivo es misión de los hematólogos velar por que el paciente disponga de la mejor sangre posible en su cuerpo.

Es decir que los hematólogos, como practicantes de esta crucial especialidad de la medicina, deben analizar, diagnosticar y ofrecer el tratamiento para los padecimientos no solo de la sangre, sino además de la medula ósea, los ganglios linfáticos y el bazo, que son los órganos donde se produce este vital líquido.

Y es por esta relevancia que el medico practicante de esta importante especialidad en la medicina moderna debe estar alerta en cualquier diagnostico o tratamiento, ya que el más mínimo error puede causar mucho sufrimiento al paciente.

Por tal motivo los hematólogos deben considerar como prioridad cotizar y contratar un seguro contra la mala praxis en su ejercicio profesional, ya que en un campo tan sensible como la sangre una acusación de este tipo puede terminar no solo con la estabilidad económica del médico, sino también con su trayectoria y práctica profesional.

Estas pólizas se pueden contratar según las necesidades específicas del hematólogo, pero por norma general posee en primera instancia de un fondo financiero con el cual se pueden cancelar cualquier clase de compensación monetaria hacia los demandantes, en caso de realizar una negociación o si esta es impuesta por un fallo de la corte.

Además, al cotizar esta clase de seguro contra la mala praxis se dispone de la mejor asesoría legal, con el fin de defender al acusado no solo en tribunales disciplinarios sino además en juzgados civiles o penales según se necesite.