Asistente social

Siempre se comenta que lo más conveniente es contratar un seguro, es el mejor curso de acción que puede tomar una persona. La realidad es que normalmente no contar con un servicio que te apoye como profesional en cualquier especialidad de la salud en caso de un litigio sobre mala praxis puede ser especialmente problemático.

Sobre todo, dentro de este mundo moderno las demandas civiles han ido en aumento en los últimos años, y lo peor es que esta tendencia no parece cambiar en un futuro cercano, en especial para los profesionales de la asistencia social.

¿Por qué? Simplemente porque como encargados gubernamentales de velar por la integridad de la familia son susceptibles a caer en polémicas con padres que no entienden adecuadamente cuál es su labor.

La principal causa de esto es que dentro de las funciones de un asistente social está la de tratar con personas y analizar contextos no precisamente ideales; como resultado están en constante contacto con particulares que pueden juzgar erróneamente sus intenciones, o su manera de manejar en diversas circunstancias.

Como consecuencia de ello existen muchas situaciones familiares donde los involucrados piensan que su caso no fue llevado de la forma más adecuada, y para enmendarlo toman a manera de solución efectuar una demanda, con lo que no solo atentan contra tu bolsillo, sino que esta clase de litigio puede representar un daño hacia tu carrera profesional.

Dentro de las ventajas de cotizar un seguro de mala praxis para la especialidad de asistente social se encuentra la capacidad de disponer de una asesoría legal en los diferentes escenarios o circunstancias donde te involucres, con lo que podrás prevenir antes de que la situación realmente ser llevada a juicio, o incluso un tribunal disciplinario.

Además, con contratar un seguro para asistente social contra demandas de mala praxis tendrás como responder ante el pago de indemnizaciones sean manejadas de manera extrajudicial o convenidas por la corte.