Oftalmólogo sin cirugía

Muchos profesionales de la especialidad de oftalmología que no practican cirugías oculares a sus pacientes creen que la posibilidad de una acusación de mala praxis es algo ilusorio y que no puede ocurrir.

Sin embargo, al tratarse de uno de los cinco sentidos aún sin entrar en quirófano aún existe el riesgo de ser acusado de una mala praxis como médico ocular, y por esto es prudente cotizar un seguro, solo en caso de que ocurra lo peor.

Como médico que practica la especialidad de oftalmología uno debe tratar no solo las afecciones del globo ocular en sí, sino la musculatura de las parpados y los lagrimale que pueden estar relacionados con los diversos problemas de la vista en un paciente.

Y debido a la amplia gama de afecciones que pueden obstaculizar la visión de un paciente el profesional de la vista está vinculado con la manera en la que una persona percibe el mundo, y si el sentido se ve afectado de alguna manera o no presenta mejoría en su padecimiento, aunque no sea culpa del oftalmólogo, seguramente le acusara de mala praxis.

Por este motivo es importante contratar un seguro contra mala praxis con el fin de construir una base sólida para la práctica profesional en la especialidad oftalmológica: Aporta la tranquilidad que en caso de que ocurra una demanda se puede responder adecuadamente, no solo en un tribunal civil o penal, sino además en una corte disciplinaria.

Entre las ventajas que tiene contratar un seguro de mala praxis para oftalmólogos que fuera de las cirugías oculares está el de disponer de un fondo para indemnización ya sea porque lo ordena la sentencia o si el oftalmólogo decide hacer un acuerdo fuera de los tribunales.

Adicionalmente al contratar una de estas pólizas puedes cotizar servicios de asesoría legal, para tener de tu lado mediadores en las negociaciones o un abogado que te represente en caso de tener que llevar el caso a los tribunales.